Una paliza a Jorge Ramos
Jorge Ramos no hace periodismo de verdad, o con verdad.
Es otro conocido difusor de montajes, que ha sido puesto en evidencia en varias ocasiones.
Quizá algunos recuerden el episodio que se dio en Venezuela el 25 de febrero del 2019. Jorge Ramos entrevista al presidente de ese país, Nicolás Maduro y fiel a su estilo mentiroso y falto de calidad, pretende que el mandatario vea un video que, según él, fue filmado con su teléfono. Aparecen ahí tres hombres que escarban entre la basura de un camión recolector, buscando, según dice uno de ellos, comida que no pueden obtener de otra manera. Otro acusa a Maduro de su miseria y agrega que “hay que sacarlo del gobierno”.
Los ataques de Jorge Ramos al gobierno de corte “chavista” de Maduro, son fuertes desde el inicio de la entrevista y ninguna de las respuestas del presidente, consigue que Ramos deje de mostrar su abierta condena al actual gobierno venezolano. Pero cuando intenta que Maduro vea el montaje que lleva en su teléfono, el presidente mete freno y acaba en ese momento la entrevista. Ramos y su gente no pueden abandonar el Palacio de Miraflores de inmediato y el periodista inicia un escándalo, argumentando que Maduro los tiene secuestrados. Al final todos regresan sanos y salvos a su país.
¿De verdad la gente come desperdicios en Venezuela y nadie reclama?
No es así. Jorge Ramos es tan torpe al preparar sus montajes, que desmiente con su mismo material, lo que intenta presentar como verdad. Lo que sacan los tres títeres pagados por Ramos, son platos desechables que contienen piezas de pollo con su debida guarnición. Eso es lo que comienzan a comer públicamente. Los platos están servidos y presentados convenientemente. Y uno se pregunta Si Venezuela y los venezolanos están muriendo de hambre, ¿quién tira un plato de pollo a la basura, sin haberlo probado? El gobierno de Nicolás Maduro habló desde el principio de una farsa y canallada por parte de Jorge Ramos, en este intento de desestabilización tan burdo. Y eso fue en realidad.
Nada más que los poderosos medios de manipulación norteamericanos, aplauden la “valentía” de Ramos, porque es parte del grupo más grande de desinformadores en el mundo. En Estados Unidos, el periodismo miente con total impunidad y descaro.
Jorge Ramos había estado en dos ocasiones anteriores en la Conferencia Mañanera del presidente López Obrador. Y en ninguna le fue bien. En alguna de ellas, abandono molesto el salón de conferencias, ante la imposibilidad de manchar al gobierno de México y a su presidente.
Hoy hizo nuevo acto de presencia en La Mañanera, en víspera de elecciones y por otra razón de peso, en el alicaído mundo conservador nacional.
Xóchitl Gálvez anunció que hoy daría inicio a su conferencia matutina “facha”. La misma iniciaría a las diez de la mañana (“conferencia huevona”, la llamó Fernández Noroña”) y para tener tema que presentar, hacía falta algo escandaloso, sucedido en La Mañanera de López Obrador.
Así que Jorge Ramos es enviado como “punta de lanza” a la conferencia matutina del presidente, para preparar el camino y dar tema a una Xóchitl Gálvez incapaz de hablar de algo verdaderamente interesante para su minúscula audiencia. Ésa era la intención del grupo opositor que trajo desde Estados Unidos, a una de sus “cartas fuertes”
El montaje da inicio, cuando Jorge Ramos, para respaldar sus “datos”, abre una especie de folder negro, con letra grandes blancas en gran formato, donde aparece la cifra de muertos en México, en lo que va del sexenio. En otra, los datos corresponden al número de asesinatos en el país.
La intención es presentar estos folders, con la apariencia característica de una esquela luctuosa. Como algo que pone a la muerte violenta, en el centro de la pegunta que hace Ramos. Y luego viene la voz de Jorge, acusando al presidente de todos esos fallecimientos.
La intención era desacreditar a la Conferencia Mañanera, al presidente, a la estrategia de seguridad que sigue el gobierno y abrir con esto la vía a Xóchitl Gálvez, para dar la estocada final en su mañanera “facha”, iniciando este ejercicio opositor, con “el pie derecho”.
Y todo les falló.
Comenzando porque Jorge Ramos presenta datos que lo desmienten por sí mismos. Habla de que el de López Obrador es el sexenio más violento que registra la historia nacional. Y efectivamente es así. Pero lo mismo ocurrió con Calderón y Peña Nieto y de eso nada comenta.
Cuando Felipe Calderón deja la presidencia, el número de homicidios es nuevo récord histórico en el país. Ningún gobierno había heredado un número tan alto de asesinatos. Y lo peor es que la tendencia va al alza. El número de muertes violentas continúa aumentando día con día.
Peña Nieto inicia su gobierno así. Con crecimiento imparable en el número de homicidios y concluye su mandato con cifra histórica de muertes y con la misma tendencia hacia el alza incontrolable. De esto nada dice Jorge Ramos. Que el récord histórico de homicidios se dio también en los dos sexenios anteriores.
López Obrador inicia su mandato igual. Y terminará su gobierno con récord histórico de muertes. Pero con una diferencia significativa. En los últimos tres años, el porcentaje de homicidios comienza a bajar, de manera sostenida. Y la tendencia que heredará al siguiente gobierno, es hacia la baja. López Obrador rompe con esta línea ascendente de homicidios y reduce también otros delitos de impacto social.
Por eso Jorge Ramos no puede rebatir los argumentos que le presenta el presidente. Por eso es que recibe en silencio las acusaciones que le hace López Obrador, sobre su periodismo “amarillista” y tendencioso.
Por eso se traga molesto los señalamientos del presidente, que le dice que Estados Unidos, donde vive Jorge Ramos, es un país mucho más violento que México, dado que ahí su juventud muere por el uso generalizado de fentanilo.
Por eso nada dice cuando el presidente lo enfrenta a la realidad de que Estados Unidos gasta más en la industria de las armas y la guerra, que en verdaderas campañas que ayuden a su juventud a salir del mundo de las drogas.
Jorge Ramos no puede desmentir lo dicho por el presidente López Obrador, ni seguir con un ataque que evidencia las fallas del gobierno norteamericano que es quien en realidad paga buena parte de su sueldo. Hay campaña electoral en ese país y Ramos juega para el bando de los “demócratas”.
Así que lo único que le queda, es tomar la salida por la puerta de atrás, dando por finalizada su participación en La Mañanera, con un “gracias” forzado.
Un total fracaso la “estrategia facha”.
Y falta ver si en verdad hubo conferencia con Xóchitl Gálvez y si se comentó ahí en tono “triunfalista”, el montaje fallido que intentó Jorge Ramos hoy.
El ridículo es marca de la casa opositora.
Y ridículos son los periodistas del corte de Jorge Ramos y los políticos corruptos, semejantes a Xóchitl Gálvez.
Malthus Gamba