Opinión

El fantasma de la reelección

Es importante poner de nueva cuenta en la agenda pública el debate acerca de la reelección a cualquier cargo público, máxime que “sufragio efectivo, no reelección” representa una de las conquistas de la revolución mexicana, la tercera gran transformación del país.

Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja | Entre letras, con mi café y a un “x” de distancia me encuentran como @_BarbaraCabrera

“No a la reelección, nosotros somos maderistas. Sufragio efectivo, democracia efectiva ¡no reelección!

Doy comienzo esta Nornilandia compartiendo datos de Memórica, un esfuerzo del Gobierno Federal, que a partir del lema “México, haz memoria” divulga importantes pasajes de la historia, maestra de nuestros tiempos de transformación.

Hablemos del “Sufragio efectivo, no reelección”: consigna de la Revolución hasta nuestros días. La expresión adoptada por Francisco I. Madero para su campaña política en 1910 es, hasta la actualidad, un llamado a la soberanía y una clara exigencia de respeto hacia el voto popular reflejado en las urnas.

Este personaje consideró que el modelo ideal de nación debía obedecer la voluntad de la ciudadanía, pues nadie más que ella sabía qué era lo mejor para sí misma, y creyó que los procesos electorales justos llevarían al progreso de México. Con este lema, que incluyó la frase “no reelección” como afrenta al porfirismo, retomó los objetivos que el propio Díaz había enarbolado contra el gobierno a mediados de la década de los años setenta del siglo XIX. Así, pese a las dificultades que ha habido en algunos momentos de cambio de régimen, esta consigna ha sido respetada desde entonces y cada vez que se ha vulnerado el voto popular, los mexicanos han demandado su derecho a que se acate. Por ello es que el principio recuperado por Madero sigue vigente hasta nuestros días, recordándonos que las bases democráticas son guía y precepto fundamental de los Estados modernos.

Dicho esto, entremos de lleno a la temática central de esta entrega de columna Nornilandia.

Con antorchas encendidas gran parte del sexenio el grupo opositor ha gritoneando sin sentido y sin certeza que “López se quiere reelegir”, lo hizo apenas iniciaba el sexenio, también cuando se llevó a cabo la consulta de revocación de mandato. ¡Vaya, hasta cuando saluda en Las Mañaneras, lo acusan de querer perpetuarse en el poder!, ni que decir cuando se dan a conocer los altos porcentajes de aprobación que el mandatario ha mantenido durante todo el sexenio. Eso los desquicia. Los ronda y enloquece el fantasma de la reelección.

Llegó a tanto la histeria de la oposición moralmente derrotada que para apaciguarlos (si esto fuera posible) el Presidente Andrés Manuel López Obrador suscribió ante notario público el compromiso de que esto no ocurriría.

Fue así el 25 de julio de 2019, durante la habitual conferencia de prensa matutina, conocida como La Mañanera, donde López Obrador certificó ante Rafael Arturo Coello Santos, notario público número 30 de la Ciudad de México, su propósito de no reelección.

En tal evento señaló “decirles a los conservadores acerca de este tema, que no nos comparen. Hay una historia breve que es importante que se conozca o que se refresque: Porfirio Díaz, que al final de cuentas es el ídolo, el guía del conservadurismo actual, se quedó 34 años en la Presidencia. Yo soy maderista y creo en el Sufragio efectivo, no reelección. Y por eso voy a durar el tiempo que el pueblo quiera. No me voy a aferrar a la Presidencia. Para que se serenen, se tranquilicen los conservadores; sufragio efectivo, no reelección y no corrupción”

Por su trascendencia en la historia contemporánea de nuestro país, transcribo el contenido de dicha carta:

AL PUEBLO DE MÉXICO

A lo largo de más de veinte años he declarado en diversas ocasiones que de llegar a un puesto público me sometería a la revocación de mandato. Así lo hice cuando fui jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal y en las tres campañas posteriores a ese cargo reiteré tal compromiso. Así, a mediados de mi mandato, en 2021, se deberá llevar a cabo una consulta para preguntar a los ciudadanos si quieren que continúe gobernando o que renuncie.

Ciertamente, fui elegido para ejercer la Presidencia durante un sexenio, pero según nuestra Carta Magna el pueblo tiene en todo momento el derecho de cambiar la forma de su gobierno; es decir, el pueblo pone y el pueblo quita.

Para cumplir este compromiso envié al Congreso una iniciativa de reforma constitucional para llevar a la práctica este mecanismo de democracia participativa. Sin embargo, mis adversarios políticos, los conservadores –que creen que soy como ellos porque su verdadera doctrina es la hipocresía-, vociferan que la propuesta de someterme a la revocación de mandato encubre la intención de reelegirme en 2024.

Ante este infundio, me es necesario reiterar mis principios y mis convicciones democráticas para asentar lo siguiente:

  1. Soy maderista y partidario de los principios de Sufragio Efectivo y No Reelección.
  2. Me inspiran los ideales y las convicciones, no la ambición al poder.
  3. Creo que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.
  4. Considero que basta con seis años para desterrar la corrupción y la impunidad y convertir a México en una república próspera, democrática, justa y fraterna. No tengo duda que nos alcanzará el tiempo para consumar, entre todos y de manera pacífica, la Cuarta Transformación de la vida pública del país.
  5. En consecuencia, reafirmo que no estoy de acuerdo con la reelección y que nunca, en ninguna circunstancia, intentaría perpetuarme en el cargo que actualmente ostento porque ello no sólo significaría ir en contra de la Constitución sino también traicionar mis principios y renegar de mi honestidad, que es lo más valioso que tengo en la vida.

Sepan pues, señores conservadores, que abandonaré la Presidencia el día preciso que marca la ley y que en 2024 me iré allá por Palenque. Pero también les digo con sinceridad y en buena lid, que deseo de todo corazón y con toda mi alma que lo logrado para entonces sea muy difícil de revertir y que el país no retroceda a los inmundos y tristes tiempos en que dominaba la mafia del poder.

Ciudad de México, 19 de marzo de 2019.

Andrés Manuel López Obrador

Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

No obstante, como la oposición moralmente derrotada no entiende razones siguieron vociferando la intención de quienes ellos consideran “un peligro para México” de que sí se va a reelegir.

Al respecto, veamos lo que dice la Constitución política de los Estados Unidos mexicanos respecto a la figura de la reelección, veamos quien sí y quién no puede acceder a ello.

El artículo 115 regula que “las Constituciones de los estados deberán establecer la elección consecutiva para el mismo cargo de presidentes municipales, regidores y síndicos, por un período adicional, siempre y cuando el periodo del mandato de los ayuntamientos no sea superior a tres años”. En tanto en el año 2014 se constitucionalizó la reelección legislativa. Donde el artículo 59 advierte que “los Senadores podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos y los Diputados al Congreso de la Unión hasta por cuatro periodos consecutivos”

Situación que no aplica a los gobernadores de los Estados y al Presidente de la República, es decir, la máxima maderista “Sufragio efectivo, no reelección” se mantiene intacta como un logro de los ideales revolucionarios, tratándose de los titulares del Poder Ejecutivo Federal y los de los Estados.

Lo que si está bien para la oposición moralmente derrotada es aplicar esta figura a legisladores y presidentes municipales, pues desde ahí están decididos a mantener el contubernio del poder político con el poder económico, para intentar regresar por sus fueros. A ellos les decimos, ¡somos mucho pueblo y no permitiremos que regresen!

A propósito de la reelección, recientemente, específicamente el 27 de febrero de 2024, la Doctora Claudia Sheinbaum, en entrevista con los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, expresó que impulsará una reforma constitucional para hacer efectiva una de las máximas de la revolución mexicana, la no reelección.

Situación que refrenda en sus eventos de campaña, donde habla con el pueblo y recoge sus sentimientos. La que además está plasmada en su Proyecto de Nación, en el capítulo dedicado a la República democrática, justa, honesta, libre, participativa y responsable, en específico en el punto 9, el cual dice: “Enviaremos una iniciativa de reforma constitucional para recuperar la consigna que dio origen a la Revolución Mexicana y quedó plasmada en la Constitución del 17: Sufragio Efectivo, No Reelección. No debe haber reelección a ningún cargo de elección popular a partir de la siguiente elección presidencial del 2030”

No se pierda de vista, el grupo opositor ha hecho suya esta figura para enquistarse en una curul o para hacer uso de prácticas caciquiles en los municipios, ya que no existen controles efectivos más allá del voto para rendir cuentas al pueblo soberano.

Es importante poner de nueva cuenta en la agenda pública el debate acerca de la reelección a cualquier cargo público, máxime que “sufragio efectivo, no reelección” representa una de las conquistas de la revolución mexicana, la tercera gran transformación del país.

Es todo por hoy.

¡Hasta la próxima Nornilandia!

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

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