Opinión

Revocación de mandato: Democracia participativa y compromiso histórico

El día que AMLO se convirtió en el presidente de México. Foto: Archivo.

Por José María González Lara – Una de las causas históricas de la izquierda, entre muchas, es la participación democrática de la sociedad en la toma de decisiones del Estado, con el gobierno en turno electo, para efecto de que las decisiones públicas no privilegien intereses personales o de grupo, para que se privilegie lo que mejor corresponda a todas y todos, es decir la democracia participativa y no sólo la democracia representativa de “votas y te vas”, para que las élites políticas y oligárquicas no decidan lo que mejor les convenga a ellas y ellos. La “revocación de mandato” es uno de estos aspectos que la Cuarta Transformación ha colocado en la ley para efecto de operar la decisión popular de continuidad del presidente de la República, lo que deberá, paulatinamente, extenderse a los niveles estatal y municipal.

Los argumentos de la derecha académica, mediática y política (PRIANRD y MC) son dos fundamentalmente: el costo en, según lo manifiestan, más de 4 mil millones de pesos; y, no menos importante, el riesgo de ingobernabilidad dado que las fuerzas políticas centrarían sus fueros en denostar y derrocar a un adversario o enemigo.
Aparte de lo anterior no exponen más argumentos, y se respaldan en las decisiones cupulares de siempre, es decir, que, en las cámaras de diputados y senadores, y a través de los “causes legales”, los “representantes de la sociedad” harán saber al gobierno en turno los errores y desaciertos en que incurra.

La “revocación de mandato” a mitad del ejercicio de gobierno no tan sólo es un ejercicio democrático en el que se obliga a cumplir un plan de gobierno con legalidad y transparencia, sino también es un derecho individual y colectivo, una atribución de la sociedad para no tolerar gobernantes ineptos y corruptos.

Porcentaje de aceptación de AMLO de acuerdo a las últimas encuestas. Foto: El Financiero.

Al inicio del actual gobierno del cambio, la derecha histérica y desquiciada apuntó sus tiros al desprestigio del presidente López Obrador y su gestión, con la mentira, la intriga y la descalificación sin argumentos, inclusive hicieron campaña con el casi extinto Frente Nacional Anti AMLO para que éste renunciara, lo cual no impactó en la población y el nivel porcentual de aceptación permanece sobre 58%, inclusive hasta 68%.

La alianza derechista Va por México, comandada y dirigida por el junior corrupto Claudio X. González, ahora desacredita la revocación y ampliamente llama a la población a no participar.

En el fondo lo que pretenden es que no se realice el ejercicio democrático para no sentar antecedentes -o jurisprudencia- para que, en caso de que el poder económico retome el poder político (“todo madera”) con sus partidos títeres aliados o por separado, no se opere este ejercicio de participación social, obvio, para retomar la ruta de la corrupción que la 4T ha suspendido. Entre otros, algunos argumentos a favor de la “revocación de mandato” son:

  • Es un ejercicio que fortalece la democracia participativa y no sólo la democracia cupular representativa
  • Es un derecho individual y colectivo para no tolerar y soportar por obligación a gobernantes ineptos y corruptos.
  • La perspectiva de revocación obligará a los gobernantes a cumplir su plan de desarrollo, a transparentar efectivamente la aplicación de los recursos públicos y a dar resultados efectivos a la población en los aspectos económico, social y cultural.
  • Progresivamente, efectuar la consulta para revocación o ratificación, se evitará la corrupción en todos los niveles de gobierno, ya que las instancias de transparencia deberán revisar detalladamente la aplicación de recursos como información en la decisión individual de cada ciudadano que emita su opinión el día del este ejercicio democrático.
  • Este ejercicio de participación social amplia impulsará a que también se opere en los Estados y en los municipios del país, para evitar frivolidades y corruptelas en los gobiernos locales.
  • Esta participación democrática de la sociedad sentará precedente para que permanentemente se lleve a cabo en la vida pública del país y que los gobiernos de los tres niveles estén dispuestos al escrutinio público.
  • Es la construcción de la democracia participativa y una herencia para las futuras generaciones, es un compromiso histórico que se debe asumirse responsablemente.

¡Construyamos la historia!

¡Impulsemos la democracia participativa!

¡Empujemos la Revocación de Mandato!

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

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