Opinión

PACIC y contención de precios

Por José María González Lara.

Pero la inflación naturalmente no cederá hasta en tanto se recuperen las cadenas globales de producción y distribución y se llegue a algún acuerdo en la actual guerra de Estados Unidos-OTAN contra Rusia (Ucrania sólo pieza del ajedrez geopolítico), pero aun así no será inmediata la recuperación de la aportación de estos dos países eslavos a la economía mundial, sobre todo en granos y energéticos, de tal manera que dicha escasez y su impacto en precios mundiales se extenderá hasta el siguiente año.

También se debe considerar la especulación de poderosos corporativos de alimentos, cuyo objetivo es aprovechar la confusión para elevar precios, como las empresas farmacéuticas cuyas ganancias superan los 227 mil millones de dólares a valor de mercado (4 billones 500 mil millones de pesos).

La mayoría de gobiernos y autoridades monetarias tratan de controlar el nivel de precios en sus países con herramientas a su alcance, como las políticas fiscal y monetaria: gasto público controlado y su manejo estratégico, con política recaudatoria, entre otras; con manejo también estratégico de tasa de interés al alza, para inhibir crédito al consumo y a inversión directa. El dinero barato desde la crisis del 2008 deberá dar paso la política monetaria restrictiva para enfrentar la inflación global.

Como en otras ocasiones históricas, ante la inflación de 7.68 anual en abril pasado, el gobierno mexicano convocó a la firma del acuerdo económico Paquete Contra la Inflación y la Carestía, en el que, sin control de precios, se detallan acciones de gobierno y decisiones “solidarias” de dirigentes empresariales y ejecutivos de empresas de alimentos: incrementar oferta de arroz, frijol y maíz con aumento en la producción, estímulos fiscales a productores de alimentos, apoyo en entrega de fertilizantes en nueve Entidades, no elevar peajes de carreteras ni ferroviarias, subsidiar gasolinas -en duda el diésel-, aumentar seguridad en carreteras para evitar robos de mercancías y reducción de aranceles a 21 productos de consumo.

Por elevación de tasas de interés en economías desarrolladas (en México 7%) la variable inflacionaria observa contención, así que con el acuerdo por lo menos se detendrá el alza de precios, eventualmente su reducción, pero, con la actual situación mundial, se extenderá mucho tiempo más regresar a precios prepandemia.

En 1987, con inflación superior a 155% generada por causas internas, se convocó al Pacto de Solidaridad Económica, firmado por sindicatos oficiales -no incremento salarial-, cúpulas empresariales -no elevar precios- y gobierno federal mexicano -no aumentar gasto-, antecedente del Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico de diciembre de 1988, acuerdos celebrados y ampliamente aceptados por la derecha política, económica y académica.

Los adversarios del actual gobierno federal critican el PACIC como insuficiente y atenuante, pero si éste no se hubiera firmado la crítica sería por pasividad e ineficiencia gubernamental. Todo es incorrecto, sistemática obcecación.

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

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