Claudio X: El sepulturero
Por Malthus Gamba
Estamos en vísperas de que se verifique el proceso electoral en el Estado de México, del que saldrá el nuevo gobernador de la entidad. Las oportunidades para que el PRI mantenga el control en ese Estado, en realidad son pocas, si tomamos en cuenta los resultados que arrojan las encuestas realizadas hasta la fecha.
La ventaja que tiene la maestra Delfina Gómez, sobre el resto de los posibles competidores, es grande.
Hay desencanto y preocupación en lo que antaño fue el núcleo del priismo nacional. El poderoso Grupo Atlacomulco, vive sus últimas horas, después de haber sido el brazo político del neoliberalismo, junto a un panismo que siempre tuvo menor fuerza que el partido tricolor.
El Estado de México está a punto de perderse, ante el embate de Morena, que ya gobierna en la mayor parte del territorio nacional.
Y después de eso, llegará inexorablemente, la batalla final en 2024, donde la oposición sabe que ni con un milagro, logrará recuperar la presidencia de la república.
Mucha de la culpa del desastre que se enfrenta, tiene que ver con el “Jefe Máximo” de la Alianza Opositora.
Claudio X González ha dedicado tiempo a implementar una estrategia perdedora, donde la politiquería en los medios masivos de comunicación, ha fracasado. La campaña en contra del presidente y del Proyecto de Cuarta Transformación, no ha conseguido fruto alguno. López Obrador ha incrementado su respaldo, en lugar de perder apoyo, como Claudio y su gente esperaban.
La sociedad mexicana en amplia mayoría, no hace caso de las mentiras que difunden los medios controlados por la oposición. Sus informadores carecen de credibilidad y todas las acusaciones sin fundamento que lanzan a diario en contra del gobierno, se pierden en la indiferencia colectiva, que es muestra del amplio respaldo que la gente da al presidente.
Claudio fue incapaz de presentar el Proyecto de Nación que había prometido. Había declarado que ese documento, saldría escrito de su puño y letra. Que casi estaba concluido y que a más tardar, en diciembre del año pasado, saldría a la luz. Todos nos quedamos esperando la esa propuesta conservadora. La plataforma política que marcaría el rumbo que la oposición deseaba darle al país, en contrapuesta al Proyecto de Nación de la Cuarta transformación.
Parece que el proyecto solo existió en la imaginación de Claudio X. Nunca conocimos una sola línea del documento reaccionario.
Y sin propuesta competitiva, la oposición ha caminado desde el 2018, dando palos de ciego.
Se apostó a que el gobierno de Estados Unidos pondría un alto al presidente López Obrador, por los cambios que se han dado en materia energética. Y no ha sucedido así. Ni el anterior presidente, ni Joe Biden, han atentado directamente en contra de nuestra soberanía nacional.
Acusaron al gobierno con el rey de España y también ante el Parlamento Europeo y nada positivo resulto de eso, dado que el presidente López Obrador puso un alto a la pretendida intervención de políticos y autoridades de otras naciones.
Claudio X ha demostrado ser peor político que empresario, lo cual ya es mucho decir. El padre de Claudio X González Guajardo, de nombre Claudio X González Laporte, no ha puesto en manos de este hijo los negocios familiares. Los llevan otros miembros de la familia. Durante el neoliberalismo, Claudio X se definía a sí mismo como “filántropo” y activista social. A eso ha dedicado buena parte de su vida.
Alguien lo propone como “cabeza” del movimiento conservador, tras la derrota opositora del 2018 y Claudio ha empeorado el panorama para los grupos reaccionarios, llevando a los partidos políticos de la derecha, a una serie ininterrumpida de derrotas.
Lo han perdido casi todo y de aquella fortaleza que aún tenían tras el triunfo de Morena hace casi 4 años, ya queda muy poco.
Los sueños sobre alcanzar triunfos espectaculares en 2024, sacando a Morena de la presidencia del país y controlando el Congreso de la Unión, son eso: sueños o espejismos que nada tienen que ver con la realidad que todos entendemos. Menos Claudio y sus incondicionales.
Como estratega, Claudio ha demostrado ser un pésimo constructor de proyectos ganadores. En cuestiones políticas, está en pañales y piensa aún que los medios de comunicación pueden inclinar la balanza a su favor, impulsando campañas de lodo y guerra sucia. Esa práctica la viene intentando desde el 2018 y a pesar de los fracasos permanentes, no la modifica en nada.
Hoy, su Alianza por México se agrieta, ante la decisión del líder del PRI, de respaldar la permanencia del Ejército en labores de seguridad, hasta el 2028. La “moratoria constitucional” decretada por los congresistas opositores, se rompe y abre un boquete enorme en el ya muy endeble barco opositor, que amenaza una vez más con irse a pique.
La desesperación de Claudio es evidente. Lanza anatemas en contra de Alejandro Moreno y de los congresistas del PRI, desde sus cuentas en redes sociales. Intenta también que se opere un golpe interno en contra de Alito Moreno, para retirarlo de la presidencia del PRI. Pero esto es prácticamente imposible. Alito se irá hasta octubre del año entrante, si hace uso de la prórroga que contempla el reglamento interno del partido.
Viene la elección en el Estado de México y Claudio X se ve de última hora, sin candidatos y sin alianza. Alejandro Moreno ha declarado que el PRI, por sí mismo, tiene oportunidad de alcanzar futuros triunfos, pero que la Alianza sin el PRI, a nada puede aspirar. Eso es contundente.
El fracaso de Claudio X González es total y vergonzoso. Su apuesta actual sigue basada en el lodo que tanto él en redes sociales y su gente en los medios de comunicación que controla, arrojan a diario en contra del gobierno del presidente López Obrador.
Esperan que esa campaña le reste prestigio al actual presidente y a los precandidatos de Morena que compiten actualmente por ser el relevo de López Obrador.
Todos los días Claudio publica mensajes en los que habla del fracaso de la Cuarta Transformación.
No entiende, no puede entender que el verdadero fracaso es él. Que perderán más territorio en 2023 y su resto en 2024.
La guerra sucia nada les ha dejado desde que la implementaron en 2018 y aún con esto, la siguen manteniendo como único ariete opositor.
Si el PRI mantiene su postura de ir de manera independiente a la Alianza, en cuestiones importantes que benefician al Pueblo de México, tendrá aún una posibilidad para mantenerse vivo, después del 2024.
La gente de la Alianza está condenada a la derrota final. El PRD desaparece de la escena nacional y el PAN pierde el registro en varios Estados y en una de esas, puede también acompañar al PRD.
Y todo gracias a las decisiones del “Jefe Claudio”.
Un empresario menor, que pretendió dirigir la política nacional, con los peores resultados que registra la historia.
Más que un general, sus dotes personales lo muestra como un excelente sepulturero.