Desde gobierno de Fox, Cártel de Sinaloa controló el AICM: Rey Zambada
Brooklyn, Nueva York. Líder de la plaza del Distrito Federal de 2000 a octubre de 2008, Jesús Zambada García, alias el Rey Zambada, declaró esta mañana bajo juramento que el Cártel de Sinaloa controló el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México desde el sexenio del panista Vicente Fox Quesada.
En uno de los días clave en el juicio que se sigue en la Corte federal del Distrito Este de Brooklyn contra Genaro García Luna –exsecretario de Seguridad Pública y cómplice de Felipe Calderón Hinojosa–, el testigo estelar de la Fiscalía señaló que en las propias bodegas que tenía la Policía Federal al interior del AICM llegaban los aviones chárter procedentes de Venezuela, con entre una y cinco toneladas de cocaína. En estas operaciones, expuso, también se empleaban aviones pequeños, aerocommander, jets 747 a los que calificó como grandes, entre otras aeronaves.
Traje color beige, camisa blanca, corbata a rayas y una cabeza ya sin cabellera, el Rey Zambada declaró ante el juez Brian Cogan que quienes descargaban la droga eran los propios policías federales y que transportaban los cargamentos en sus patrullas, para entregarlos a miembros del Cártel de Sinaloa. Además, indicó que el papel que jugaba el gobierno federal fue muy importante para la organización criminal, sobre todo a partir del año 2000, cuando Fox ganó la Presidencia de la República bajo la promesa de cambiar al país.
Otra de las declaraciones que destaca de este testigo es que, según su palabra, a partir de entonces el Cártel de Sinaloa creció sus negocios. Acerca de la rentabilidad de éstos, dijo que oscilaban entre los 2 mil 800 y los 3 mil millones de dólares, pues se podían “trabajar” hasta 100 toneladas de cocaína al mes.
A la pregunta de la fiscal de cuáles fueron las cosas que hizo el Cártel de Sinaloa para ser exitoso, el Rey Zambada respondió: “para asegurar el negocio se necesita apoyo del gobierno”. Y añadió que contar con el favor de las autoridades federales es muy importante para que el Cártel “tenga afluencia de trabajo grande”.
Sobre los nexos con el gobierno, Jesús Zambada –un narcotraficante confeso que se encuentra actualmente en libertad condicionada– afirmó que ésta se daba mediante Genaro García Luna. Como ejemplo, citó que en 2003, durante el sexenio de Fox, Arturo Beltrán Leyva le ofreció trabajar como enlace al más alto nivel, durante una reunión que sostuvieron en Cuernavaca y donde el llamado Jefe de Jefes le pidió dar la cara ante “esta gente [autoridades]”.
El Rey afirmó haber rechazado la propuesta de Arturo porque no contaba con las conexiones necesarias, a lo que Beltrán Leyva le respondió: “no te preocupes, yo tengo las conexiones. Por ejemplo, con el ‘compa G’”. Zambada García aseguró haber preguntado si acaso se trataba de García Luna y que la respuesta que le dio Arturo fue que sí.
Esa no fue la única referencia a García Luna: el Rey Zambada dijo haber sido testigo directo del pago de sobornos en dos momentos diferentes, en noviembre de 2006, previo a que el ingeniero y amigo de Calderón asumiera el cargo. Ello, porque su abogado Óscar Paredes sugirió la reunión luego de que sus fuentes le confirmarán que García Luna sería el próximo secretario de Seguridad Pública.
Ambos pagos, aseguró el testigo estelar, se hicieron en el restaurante Champs Elysees, ubicado sobre avenida Reforma en la Ciudad de México. Ese negocio, agregó más adelante, le compraba lechones pues él también se dedicaba a la crianza de cerdos.
El presunto primer pago ilegal a García Luna fue de 3 millones de dólares tan solo por sostener la reunión con el abogado Óscar Paredes. La entrega, afirmó, se hizo en uno de los privados del restaurante –el cual ya no existe–, mientras él observaba desde el bar que se encontraba en la planta baja. Primero vio pasar al licenciado Paredes. Minutos más tarde llegó García Luna acompañado de dos personas.
A la salida de García Luna, dijo el Rey Zambada, los dos colaboradores del exsecretario cargaban la maleta y el portafolios, respectivamente. Zambada García aseguró que él mismo ayudó a acomodar 2 millones de dólares en una maleta deportiva y el otro millón en un portafolios de abogado con mayor capacidad.
El exlíder del Cártel de Sinaloa indicó que el siguiente soborno ocurrió unos 15 o 20 días después. Entonces se le pagaron 2 millones de dólares que se acomodaron en una maleta deportiva. En ambas reuniones en las que sólo participó el ya fallecido abogado Paredes, García Luna se habría comprometido a no tocar a Ismael Zambada García, el Mayo: no abrirle investigaciones y dejarlo operar. Eso era todo lo que podía hacer, dijo, porque tenía compromiso con Los Beltrán Leyva.
En el segundo encuentro, el Rey fue visto por García Luna en el privado. Sobre este encuentro, el exnarcotraficante aseguró que como parecía que el exsecretario se iba a tardar unos 20 minutos más, el abogado Paredes le pidió que subiera al privado para que le comentara algo. En eso tocó la puesta y tomo por sorpresa a Jesús Zambada y a Óscar Paredes. Para corregir el error, el abogado del Cártel de Sinaloa presentó al Rey como un colega y éste abandonó de inmediato el privado.
En el contrainterrogatorio, la defensa de García Luna encabezada por César de Castro intentó hacer ver al testigo como una persona que no recuerda los hechos ocurridos 10 años antes, con lo que buscó descalificar ante los ojos de jurado todas las aseveraciones del Rey que tienen más de 13 años. No obstante, la ironía y las repuestas del hermano del Mayo Zambada acabaron por desesperar al abogado, a quien además le fueron anuladas –ante la objeción de la Fiscalía y la orden del juez– más de 10 preguntas. Mañana continuará el contrainterrogatorio al Rey y se espera que llegue mañana mismo el testigo de García Luna.