AMLO aseguró que en México no habrá recesión, como señala Moody’s
Al ser cuestionado sobre un reciente reporte de la calificador Moody’s Analytics, en el sentido de que “México podría entrar en recesión para mediados de 2023 que se extendería al menos 9 meses hasta 2024”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador descartó ése pronóstico, pues “ya enfrentamos lo mas difícil, lo mas doloroso, el daño que causó la pandemia, y esto lo vamos a ir enfrentando, la inflación, buscando que no se pierda poder de compra, poder adquisitivo en las familias”.
Y es que el reporte de Moody’s solamente alanliza los factores internacionales y la influencia que éstos podrían tener en la economía mexicana, pero omite aquellos que sirven para contener y evitar que dichos elementos incidan negativamente en nuestro país, tales como el hecho de que, con un 8.16 por ciento, México conserva una de las más bajas tasas de inflación a nivel global, así como un 88 por ciento de incremento en las ventas de gasolinas por parte de Pemex de su propia producción y una perspectiva de crecimiento de 2.4 por ciento, mayor a la que se espera en Europa o los Estados Unidos.
Pero además, el mandatario subrayó que el análisis de las calificadoras se limita a estudiar exclusivamente el crecimiento económico de los países, sin considerar el desigual ingreso de la riqueza, y “lo poco o mucho que se obtenga, debe ser distribuido con justicia, lo que representa la diferencia entre crecimiento y desarrollo”.
“Si un potentado, si alguien aparece en la lista de Forbes de hace un año con 60 mil millones de dólares, y ahora tiene 80 mil millones de dólares, pues eso es parte del crecimiento, sí, nada más que es de uno. Entonces para nosotros lo más importante es la justicia, buscar que le vaya bien al de arriba, pero que también le vaya bien al de abajo. Y darle preferencia a los más necesitados”, explicó.
El Presidente recordó que, durante la mayor crisis en la pandemia, esas mismas calificadoras, así como diversos organismos económicos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el BAnco Mundial (BM) y el Banco Interamiericano de Desarrollo (BID), insitían en que México se endueudara, lo cual fue desechado por el actual gobierno, ya que es falso que la fórmula para salir de esa situación sea el endeudamiento y detener la economía.
Y al tiempo, esta decisión resultó ser un acierto, pues los países que siguieron la fórmula dictada por los supuestos expertos, se encuentran ahora en un serio problema recesivo, incrementado por el conflicto ruso-ucraniano, mientras en México, aunque existe una alta inflación, se trata de una de las menores tasas a nivel mundial y una perspectiva de crecimiento más alta que muchos países considerados “avanzados”.
“Si se dan cuenta en todos lados es la misma respuesta: hay inflación, sube las tasas de interés, para enfriar la economía, detén la economía. Pues sí, puede ser y ojalá que así se logre bajar la inflación, pero ¿y los efectos secundarios? ¿Qué significa parar la economía? Que no hay crecimiento, no hay empleos, no hay bienestar. ¿Y por qué no se toma en cuenta que la inflación también es resultado de la decadencia productiva, que no se produce? Que se les hizo muy cómodo comprar en el extranjero lo que se necesitaba y depender del extranjero, no producir lo que se consume en cada país, esas son decisiones estructurales, de fondo”, apuntó el mandatario.
López Obrador puntualizó las ventajas anti recesivas con que México cuenta, siendo la primera nuestra cercanía con Estados Unidos y Canadá, que representan el mayor mercado a nivel mundial, que “nos permite que haya inversiones y empleos, ese es un factor, México está ahora considerado como uno de los países con más ventajas competitivas, comparativas, por eso, crece y crece la inversión extranjera, lo que llega de inversión foránea”.
Pero, señaló el Presidente, “la mayor riqueza de México es la honestidad de su pueblo, eso es importantísimo, porque aunque haya una crisis, si hay honestidad, si no hay corrupción, podemos enfrentarla. Imagínense que con la pandemia no hubiésemos comprado la vacuna para todos, y vacunar a pobres y a ricos”.
Y el tercer factor, señaló el Jefe del Ejecutivo, tiene que ver con la justicia, “con darle más al que tiene menos. Esto antes se llamaba distribución de la riqueza y luego lo suavizaron llamándole distribución del ingreso, pero es justicia. No se trata sólo de medir el crecimiento, puede ser que no haya crecimiento con relación a lo que pasaba antes, pero se distribuye la riqueza con justicia, lo poco o mucho que se tiene. Y eso es fundamental , esa es la diferencia entre crecimiento y desarrollo”.