Beneficiarse del sufrimiento: «Los mejores tiempos» para los multimillonarios
La pandemia de coronavirus ha estado entre “los mejores tiempos registrados en la historia para la clase multimillonaria”, según Oxfam en su informe Beneficiarse del Sufrimiento.
Escrito por James Fleming, Partido Socialista (ASI en Irlanda)
Mientras que un número cada vez mayor de personas pobres y de clase trabajadora han estado sacrificando comidas, calor, atención médica y otras necesidades, los multimillonarios han estado matando, literalmente. Una persona muere cada minuto de hambre. Los precios de los alimentos aumentaron más del 30 % con respecto al año pasado y empujarán a 263 millones de personas adicionales a la “pobreza extrema” —ganando menos de $1.90 por día— en 2022; eso es más que las poblaciones de Alemania, Francia, Gran Bretaña y España combinadas.
Cientos de miles de irlandeses se enfrentan a precariedades este verano, incluidos 200.000 niños. The Irish Times escribió, “la pandemia y ahora los fuertes aumentos en los precios de los alimentos y la energía han sido, simplemente, una bonanza” para los empresarios multimillonarios. Los nueve multimillonarios de Irlanda aumentaron su riqueza en 15,500 millones de euros desde 2020, hasta un total de 51,000 millones de euros.
Según Forbes, ahora hay 2.668 multimillonarios en todo el mundo con una inconcebible riqueza de 12,7 billones de dólares (12.700.000.000.000 de dólares). Bezos, Musk y otros plutócratas dentro de la lista de los diez más ricos del mundo han acumulado “más riqueza que el 40% inferior de la humanidad, o 3,100 millones de personas”.
Los trabajadores pagan el costo
En marzo de 2022, presenciamos “el mayor salto en los precios de los alimentos desde que las Naciones Unidas comenzaron a registrar”. Los salarios reales están disminuyendo ya que la paga de los trabajadores no se mantiene al nivel del costo de vida. Como informa Oxfam, “nunca ha sido más caro ser pobre”.
Dicha inflación se describe como un costo de vida en aumento, pero para muchas personas es un costo de supervivencia en aumento; el aumento de los precios de los alimentos y la energía, sin mencionar los altos precios de los alquileres y la vivienda, afectan principalmente a las personas de clase trabajadora que ya batallan. La comida, la energía, la vivienda y la atención médica no son lujos sino nuestros medios de subsistencia.
Oxfam ha utilizado la etiqueta #ProfitingFromPain para crear conciencia sobre su informe. La etiqueta es apropiada: el capitalismo se beneficia del dolor. La fuente del beneficio es la explotación.
La increíble riqueza de unos pocos y la pobreza generalizada entre miles de millones de personas no son cuestiones separadas. Oxfam informa que “el rápido aumento de la riqueza multimillonaria y la crisis del costo de vida que enfrentan miles de millones de personas son el mismo fenómeno”.
En 1867, Karl Marx había demostrado que “la acumulación de riqueza en un polo es, por lo tanto, al mismo tiempo, acumulación de miseria, agonía del trabajo, ignorancia, brutalidad, degradación mental, en el polo opuesto”. Este mes de mayo, The Irish Times afirmó que la gente común está “trabajando más, por menos paga y en peores condiciones”.
Décadas de políticas neoliberales favorables a las corporaciones “han arrancado los servicios públicos a la propiedad privada y han alentado… la concentración masiva del poder corporativo y la evasión de impuestos a gran escala. Estas políticas han trabajado para erosionar deliberadamente los derechos de los trabajadores y… han… abierto el medio ambiente a niveles de explotación muy por encima de lo que nuestro planeta puede soportar”.
Las modestas propuestas de Oxfam
Oxfam hizo tres propuestas para frenar la miseria social y económica en su informe. Estos son:
- Un impuesto sobre las ganancias excedentes a raiz de la pandemia sobre las corporaciones más grandes del mundo
- Un urgente impuestos solidario y único sobre riqueza de los nuevos multimillonarios
- Un impuesto sobre de riquezas permanente para los más ricos
Estas son medidas progresivas que podrían “sacar a 2.300 millones de personas de la pobreza”, pero la realidad es que no son lo suficientemente radicales. Incluso si a Elon Musk se le gravara el 99% de su riqueza, “seguiría estando en el 0,0001% superior de las personas más ricas del mundo”, seguiría siendo un multimillonario.
Pero, ¿es probable que estas propuestas sean implementadas por los gobiernos proempresariales del mundo? Ciertamente no. Pero incluso si se implementan algunas o todas las demandas de Oxfam, los capitalistas cabildearán para que se reviertan o encuentren “lagunas” para eludirlas; provocarán indignación a través de los principales medios de comunicación y las redes sociales acerca de cómo tales impuestos “vulneran” sus libertades.
¿Entonces, cuál es la solución? Bueno, mientras los capitalistas existan y sean propietarios privados de la economía, la tierra, los recursos, los medios, etc., también controlarán a los gobiernos, lo que equivale al poder de continuar oprimiendo a la gente y destruyendo el planeta. Este es el poder que tenemos que sacar de sus manos codiciosas. ¡Eso significa hacer historia a los capitalistas! Significa llevar su riqueza y recursos a la propiedad pública, donde pueden ser utilizados, como parte de un plan democrático para la economía, en beneficio de la humanidad y el medio ambiente.
¡Hagamos historia al capitalismo!
Los apologistas del capitalismo argumentan que el sistema ‘saca a la gente de la pobreza’. Sin embargo, aproximadamente cada día y medio, “un millón de personas caerán en la pobreza extrema” mientras que otra persona se convierte en multimillonaria.
Tome a la familia Walton, los dueños de Walmart, por ejemplo. Entre 2020 y 2022, su riqueza creció $503,000 por hora, sin embargo, el trabajador promedio de Walmart gana solo $20,942 por año y muchos ganan menos. En otras palabras, la familia Walton recibe más de 23 veces la cantidad de dinero por hora que lo que les pagan a sus empleados en todo un año.
¿Qué podemos esperar bajo una continuación del capitalismo? Las crisis económicas, la desigualdad, el cambio climático y la guerra son sus consecuencias actuales, y solo va a empeorar. El capitalismo no ofrece perspectivas para la clase trabajadora porque es un sistema basado en la explotación —la estafa sistemática— de la clase trabajadora.