Opinión

Desprivatizar las pensiones

Miguel Ángel Ferrer

En el año 2007, el gobierno ultraderechista de Felipe Calderón privatizó el sistema de pensiones para el retiro de los trabajadores. De un plumazo, el Estado dejó de ser el rector, responsable y garante del sistema pensionario, el que pasó a ser manejado por varios grupos de capitalistas privados.

De este modo, las pensiones dejaron de ser un sistema de seguridad y protección de los trabajadores para convertirse en el millonario negocio de unos cuantos plutócratas.

Así, las pensiones siguieron la ruta de bancos, ferrocarriles, siderúrgicas, puertos, aeropuertos, carreteras, petroquímica, líneas aéreas y una muy larga lista de bienes nacionales que pasaron al dominio de capitalistas privados.

Al cabo de 20 años, las pensiones, como otros sectores privatizados de la economía, demostraron su incapacidad para cumplir sus ofertas de mejoría social y popular.

Ahora hay que desandar el camino privatizador y volver al sistema estatal. Así lo entienden y desean los millones de trabajadores defraudados por los engaños privatizadores. Al momento, la lucha por retornar al sistema pensionario estatal la encabeza la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). 

Y no cabe duda de que los tiempos son propicios. Para empezar, hay en Palacio Nacional un gobierno sensible a la justeza de esta demanda popular.

En segundo término, con la desprivatización de las pensiones aumentaría el respaldo popular y electoral a la Cuarta Transformación entre los jubilados de hoy y del futuro, lo que limitaría las posibilidades de la derecha de retornar al poder por la vía electoral.

Salvo los plutócratas y sus corifeos en los medios de información, ¿quién podría estar en contra de garantizar una pensión digna y suficiente para los trabajadores retirados?

Ahora es el momento de dar el paso desprivatizador. El gobierno de la Presidenta Sheinbaum cuenta con un inmenso respaldo popular y con la mayoría calificada en las dos cámaras del Congreso

Cuenta, asimismo, con la mayoría de los gobiernos estatales y municipales. Cuenta también con el apoyo de las fuerzas armadas. Pero, además, y lo más importante, cuenta con diversas, combativas y experimentadas organizaciones de masas, como la CNTE, dispuestas a dar la batalla por la renacionalización de las pensiones.

Nacionalizar es desarrollar, decían los cardenistas de los años treinta del siglo pasado. Y, como la historia lo demostró, tenían razón.

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

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