Ejidatarios coahuilenses ganan batalla legal a minera canadiense por el uso ilegal de más de 10 mil hectáreas
¡Una gran victoria para los ejidatarios de Coahuila! Después de una ardua y prolongada lucha legal, finalmente han logrado que se haga justicia en tribunales agrarios. La magistrada Araceli Cubillas Melgarejo, adscrita al Tribunal Unitario Agrario del Distrito 6, ha dictado una resolución favorable a los ejidatarios, ordenando que se respete la ejecución parcial de la Resolución Presidencial del 19 de junio de 1973, que dotó al ejido de 10 mil hectáreas.
Esta victoria es el resultado del esfuerzo y la perseverancia de los ejidatarios de Tenochtitlán, quienes durante trece años han luchado incansablemente para reclamar las tierras que les pertenecen. La minera canadiense ‘La Encantada’ había usurpado ilegalmente dos mil hectáreas del ejido, lo cual fue descubierto por los ejidatarios en 2011.
A pesar de enfrentarse a una empresa poderosa con recursos y influencia política, los ejidatarios no desistieron en su lucha por la justicia. Iniciaron un juicio legal contra la minera presentando pruebas contundentes sobre la posesión legítima de las tierras. A pesar de intentos desesperados por parte de la minera para justificar su adquisición ilegal mediante documentos sin valor legal, los ejidatarios persistieron.
Incluso cuando fueron desalojados con violencia durante una protesta en 2013 por orden del entonces gobernador Rubén Moreira, no se rindieron. Continuaron promoviendo amparos e insistiendo en su derecho a reclamar lo que legítimamente les pertenece.
El comisariado ejidal Mario Valdez señaló con orgullo que «ellos poseían poder y dinero, pero nosotros teníamos derecho y razón». Esta frase resume perfectamente el espíritu valiente y decidido con el cual los ejidatarios enfrentaron esta larga batalla legal.
La resolución favorable a los ejidatarios representa una victoria no solo para ellos mismos sino también para todas las comunidades vulnerables ante posibles abusos por parte de empresas poderosas. Esperan que este precedente siente las bases para proteger a otras comunidades agrarias en situaciones similares en el futuro.
En conclusión ¡Felicidades a los valientes ejidatarios! Su determinación y perseverancia han dado frutos finalmente. Que esta victoria sirva como inspiración para otras comunidades afectadas injustamente y como recordatorio del poder transformador del trabajo conjunto hacia un objetivo justo.
