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El Halconazo de 1971 y la histoaria de la Represión en México: Un Análisis desde la Izquierda

Los periodistas Alejandro Páez y Álvaro Delgado informan sobre cómo la Segob y la FGR han reclasificado como desapariciones forzadas 244 expedientes de personas que fueron privadas de su libertad durante la “guerra sucia” y cuyos familiares no han dejado de exigir verdad y justicia.

Introducción

El Halconazo de 1971 representa uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente de México. Este evento, marcado por la brutal represión gubernamental contra manifestantes pacíficos en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México, revela no solo la violencia estatal contra la disidencia, sino también la complicidad y la falta de rendición de cuentas en el sistema político mexicano. En este ensayo, exploraremos cómo el viejo régimen de gobernantes estuvo involucrado en el Halconazo, cómo el nuevo PRI y PAN minimizaron su importancia y continuaron con políticas represoras, y destacaremos el papel del gobierno de MORENA y su Comisión de la Verdad en la búsqueda de justicia y verdad histórica en México.

El Halconazo y el Viejo Régimen

El contexto político y social en México durante la década de 1970 estaba marcado por la dominación del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su régimen autoritario. Desde su fundación en 1929, el PRI había consolidado un control absoluto sobre el país, utilizando tácticas de represión para mantener su poder. El Halconazo de 1971 fue una manifestación violenta de esta represión estatal.

El 10 de junio de 1971, cientos de estudiantes y ciudadanos se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas para protestar pacíficamente contra el gobierno. Sin embargo, fueron recibidos con una brutalidad inimaginable por parte de un grupo paramilitar conocido como «Los Halcones», presuntamente vinculado al gobierno. Esta represión indiscriminada resultó en la muerte y desaparición de cientos de personas, dejando una herida profunda en la sociedad mexicana.

La respuesta del viejo régimen ante este acto de violencia fue característica de su naturaleza autoritaria. En lugar de investigar a fondo el incidente y responsabilizar a los perpetradores, el gobierno optó por encubrir la verdad y perpetuar la impunidad. Los líderes del PRI en ese momento, lejos de condenar la represión, la justificaron como un acto necesario para mantener la estabilidad del país.

La Actitud del Nuevo PRI y PAN

A medida que el tiempo avanzaba, surgieron nuevas fuerzas políticas en México, como el Partido Acción Nacional (PAN), que buscaban ofrecer alternativas al régimen autoritario del PRI. Sin embargo, tanto el nuevo PRI como el PAN demostraron una falta de voluntad para confrontar el legado de represión del pasado.

Después del Halconazo, el nuevo PRI, que había surgido como una versión renovada del partido, optó por minimizar la importancia del evento y continuar con las políticas represivas de sus predecesores. En lugar de reconocer la gravedad de la violación de derechos humanos y buscar justicia para las víctimas, el nuevo PRI optó por mantener el statu quo y proteger a los responsables de la represión.

Por otro lado, el PAN, que se presentaba como una alternativa al PRI, tampoco logró ofrecer una verdadera oposición al régimen. Si bien el PAN criticaba ocasionalmente las prácticas autoritarias del PRI, en la práctica no implementaba medidas significativas para abordar la impunidad y la falta de rendición de cuentas.

La llegada de MORENA y la Comisión de la Verdad

En las últimas décadas, México ha experimentado cambios significativos en su paisaje político, con la llegada al poder de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y la elección de Andrés Manuel López Obrador como presidente en 2018. MORENA ha prometido romper con las prácticas corruptas y autoritarias del pasado y construir un país más justo y democrático.

Una de las formas en que el gobierno de MORENA está cumpliendo esta promesa es a través de la Comisión de la Verdad. Esta comisión, establecida en 2019, tiene como objetivo investigar los abusos de derechos humanos del pasado, incluido el Halconazo de 1971, y garantizar que los responsables rindan cuentas por sus acciones.

La Comisión de la Verdad ha llevado a cabo investigaciones exhaustivas, celebrado audiencias públicas y recopilado testimonios de testigos para arrojar luz sobre los crímenes del pasado. Su trabajo meticuloso y compromiso con la verdad histórica han sido fundamentales para desentrañar el legado de represión en México y ofrecer justicia a las víctimas y sus familias.

Conclusiones

El Halconazo de 1971 fue un evento traumático que dejó una marca indeleble en la historia de México. Sin embargo, en lugar de confrontar este legado de represión, tanto el viejo régimen como los partidos políticos posteriores optaron por ignorarlo y continuar con las mismas políticas represivas. Ha sido solo con la llegada al poder de MORENA y la creación de la Comisión de la Verdad que México ha comenzado a abordar de manera seria y significativa este oscuro capítulo de su historia.

Si México quiere construir un futuro más justo y democrático, es crucial que confronte su pasado y garantice que los responsables de abusos de derechos humanos rindan cuentas por sus acciones. La Comisión de la Verdad es un paso importante en esta dirección, pero aún queda mucho por hacer. Solo mediante el reconocimiento de la verdad y la búsqueda de la justicia se podrá sanar las heridas del pasado y construir un país más inclusivo y democrático para las generaciones futuras.

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

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