El NAIM era “un barril sin fondo” que posiblemente nunca iba a acabar: Jiménez Espriú
Javier Jiménez Espriú revela en su libro La cancelación. El Pecado Original de AMLO que contrario a lo que se creía, el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco no contaba “con un solo centavo de inversión privada” pues los recursos provenían de inversión pública del presupuesto federal y préstamos.
Ciudad de México, 16 de marzo (SinEmbargo).- El proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que se canceló en Texcoco, Estado de México, una magno obra del sexenio del priista Enrique Peña Nieto, era “un barril sin fondo que probablemente nunca se iba a terminar”, aseguró el exsecretario de Comunicaciones y Transportes del actual Gobierno, Javier Jiménez Espriú, quien presenta su libro La cancelación. El Pecado Original de AMLO (Grijalbo).
“Yo tenía mis dudas de que naciera, no de que sobreviviera, de que se pudiera terminar. Era un proyecto muy ambicioso, gigantesco, pero ubicado en el peor sitio posible de la República mexicana, en un lugar donde el suelo y subsuelo eran contrarios a la idea de crear un aeropuerto gigantesco, era un proyecto muy difícil de terminar. Lo que nosotros dijimos es no sabemos ni cuándo podría terminarse, en caso de que se decidiera seguirse, ni cuánto podría costar, era un barril sin fondo. Había muchos problemas de muchas índoles aún sin resolver”, dijo el ingeniero Jiménez Espriú en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.
Jiménez Espriú aseguró que su intención con el libro La cancelación. El Pecado Original de AMLO es presentar un testimonio real de los motivos que el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador tomó en cuenta para cancelar el proyecto del NAIM.
“Lo que yo intenté en este libro es dejar un testimonio de lo que se hizo y a lo que se llegó, tanto para tomar la decisión de cancelar el aeropuerto como para llevar a cabo la cancelación misma, aportando toda la información a favor y en contra de la decisión, en una forma objetiva y de la forma más sencilla, más accesible”.
El exsecretario de Comunicaciones y Transportes reconoció que probablemente la cancelación del NAIM es la decisión más polémica de lo que va del Gobierno de López Obrador, y por este motivo decidió explicar de la manera más clara posible los motivos que llevaron a la actual administración a optar por esta ruta.
“Este tema es seguramente la decisión más polémica del Presidente López Obrador. Mi intención es presentarlo aquí integralmente en términos muy sencillos, hay una serie de anexos técnicos para quien quiera abundarlos, pero lo planteé como un testimonio del proyecto más polémico del Gobierno para que quede claro por qué se hizo esto y para quien lo lea, estando a favor o en contra de la decisión, al final de la lectura o ratifique o rectifique su decisión pero que sea más documentada”.
NO HUBO INVERSIÓN PRIVADA
Javier Jiménez Espriú reveló que contrario a lo que se creía, el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México no contaba “con un solo centavo de inversión privada” pues los recursos provenían de inversión pública del presupuesto federal y préstamos.
“Una de las cosas que se ha planteado y que yo explico reiteradamente en el libro es que cuando se nos acusó que esto (la cancelación del proyecto) iba a hacer que las inversiones se fueran porque se había dado la impresión de que había inversión privada en el aeropuerto y en ese aeropuerto no había un solo centavo de inversión privada”.
El extitular de la SCT detalló que “se dio inversión pública del presupuesto federal una parte y después se suscribió un crédito por 6 mil millones de dólares y después se suscribió una fibra de 30 mil millones de pesos. Eran préstamos, era deuda que se garantizaba con la TUA, la tarifa de uso del aeropuerto, entonces todo era dinero público”.
Jiménez Espriú dijo que al cancelar el proyecto, el Gobierno Federal liquidó el préstamo de los 30 mil millones de pesos, el cual había sido adquirido de manera innecesaria porque contaban con 100 mil millones de pesos.
“Se liquidó esa fibra, aceptaron que devolviéramos los 30 mil millones de pesos, desde luego con los interese que ya se habían devengado, se había adquirido eso sin necesidad porque había en caja otros 100 mil millones de pesos”.
EL PROYECTO QUE NO FUE
Del NAIM, mega proyecto que se anunció en septiembre de 2014 y que sería la principal del sexenio del priista Enrique Peña Nieto, quedó solo la obra negra. En 2018, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México fue cancelado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que basó su decisión en el resultado de una consulta popular organizada por su equipo.
Aunque podría considerarse que 2018 fue el año en el que el NAIM no fue, en realidad la obra acumuló en sus cuatro años de estar activa, diversos señalamientos, críticas y observaciones por las licitaciones, el impacto ambiental, el sobrecosto, el atraso en obras, su viabilidad.
La cancelación de la construcción del NAIM en Texcoco dejó al aeropuerto con un avance de alrededor del 37 por ciento, aseguró el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México en los últimos datos disponibles al mes de noviembre de 2018.
Luego, el Gobierno de México y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anunciaron los planes de inversión para el actual aeropuerto, el de Toluca y la construcción de las pistas en la Base Aérea de Santa Lucía, Estado de México.
Justo en el día en que Andrés Manuel López Obrador anunció el fin de la construcción del NAIM en Texcoco, estaban en activo 129 mil 082 millones 510 mil 963 pesos de 24 contratos en los que estaban inmiscuidos 44 empresas nacionales y extranjeras.
RENUNCIA A LA SCT
Javier Jiménez Espriú renunció a su cargo en la SCT luego de tener una discrepancia con el Presidente Andrés Manuel López Obrador por la movilización de la Marina a las aduanas. Después de varios días en los que se especuló la salida del funcionario, el anuncio llegó el 23 de julio de 2020 tras una reunión que ambos sostuvieron en Palacio Nacional.
El ex titular de la SCT detalló en la entrevista que pese a sentir un profundo respeto y admiración al Ejército mexicano, no podía apoyar la idea de que las aduanas y puertos fueran controlados por las fuerzas armadas.
“Yo no estuve de acuerdo, se lo dije en varias ocasiones y discutimos varios meses, se planteó así y él tomó la decisión, entonces yo me permití solicitarle que me relevara, así lo dije en mi renuncia, y él me hizo el favor de publicar mi renuncia, de ordenar se publicara tal cual”.
Jiménez Espriú reiteró su posición de que los civiles deben ser los encargados de manejar asuntos que correspondan a la sociedad y aseguró que su retiro de la SCT fue en términos respetuosos. Incluso comentó a Los Periodistas que le dijo al Presidente que escribiría un libro, lo cual fue bien recibido por el primer mandatario.
“Le tengo al Ejército un profundo respeto, un enorme amor y considero que es una institución absolutamente extraordinaria, pero considero que las cosas civiles deben manejarlas los civiles y le pedí al señor Presidente que sustituyera y en términos muy generosos, muy amables y respetuosos aceptó mi retiro”.
Tras su renuncia, el Jefe del Ejecutivo agradeció a Jiménez Espriú el trabajo, apoyo, profesionalismo y el servicio que dio al país durante su estancia al frente de la SCT.
“Es una gente honorable, un profesional destacadísimo. Tuvimos un diferendo, que sólo se da entre hombres libres y con criterio, acerca de la operación de los puertos”, expresó en un mensaje el mandatario mexicano.
En relación a si ya entregó una copia de su libro al Presidente López Obrador, el ingeniero Jiménez Espriú comentó que se dio personalmente y que al recibirlo el mandatario federal le agradeció la publicación.
“Le dio mucho gusto porque él considera muy importante que haya un testimonio de este asunto tan espinoso pero tan importante para el futuro de México”, dijo.
Y agregó: “Debo decirle que cuando me retiré le dije al Presidente que escribiría un libro sobre ese tema y me dijo ‘ojalá lo haga ingeniero porque será muy importante’ cuando lo terminé se lo llevé, me felicitó y me dijo ‘que gusto me da, lo voy a leer’ y me hizo un comentario, me dijo ‘que buen título le puso’”.
Fuente SinEmbargo