Política

La grosería de Norma Piña que catapultó su caída

Hace exactamente un año, en la conmemoración del 107 aniversario de la Constitución de 1917, Norma Piña, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) -es decir, la máxima autoridad juzgadora del país- no se puso de pie cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador entró al Teatro de la República, en Querétaro.

Este acto de Norma Piña fue una completa falta de respeto. La ministra podía tener diferencias con el entonces presidente del país, pero fue indigna la forma en cómo las mostró. Completamente indigno de una autoridad judicial como la que aún representa.

La falta de respeto de Norma Piña era una respuesta a la intención del expresidente López Obrador de emprender una profunda reforma al Poder Judicial. Una reforma que, en ese momento, se pensaba imposible, pues Morena y sus aliados debían ganar abrumadoramente las elecciones de 2024 para obtener la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.

El 2 de junio del año pasado, lo que parecía una hazaña, se logró: Morena obtuvo un triunfo arrollador en los comicios y logró prácticamente la mayoría calificada. Después vino la aprobación de la reforma judicial.

Norma Piña hoy es un fantasma, y para evitar una falta de respeto y enviar un mensaje contundente, la hoy presidenta Claudia Sheinbaum decidió no invitarla al 108 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917.

En la conferencia de prensa del pasado martes, la mandataria dijo que la ministra no estaba invitada, y agregó:

“Va a estar el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo”. Y ante una pregunta de una reportera, que le indicó que por qué motivo no se le invitaba, la presidenta afirmó:

“Bueno, pues es obvia, ¿no? Es obvia. Somos republicanos y somos respetuosos, pero también pedimos respeto. Es una relación mutua de respeto de un lado y de otro. Entonces, hasta ahora, la Corte, ¿qué es lo que ha estado haciendo, o la mayoría de los ministros de la Corte? Entonces en esta ocasión, sí, tomé la decisión de que, es un acto republicano, pero la Corte también debe respetar al Ejecutivo y al Legislativo, y debe respetar la Constitución; entonces, en esta ocasión tomé la decisión, es un acto que organiza el Ejecutivo, de que vamos a estar dos Poderes.”

Así pues, Norma Piña, que se sentía intocable, hoy está en el basurero de la historia, esperando nada más a retirarse de su cargo y odiada por el pueblo. Y pues se lo merece.

Editor

Medio independiente de noticias relacionadas con la Cuarta Transformación de México.

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