PRI, al filo de la desaparición
Ante el pronunciado declive electoral y la acelerada disminución de su militancia, el PRI enfrentará en las dos elecciones de gobernador (Hidalgo y Oaxaca) la opción de corregir el rumbo o quedar reducido a una lucha por sobrevivir como partido político nacional. Los priistas Dulce María Sauri y José Encarnación Alfaro, en sendas entrevistas, cuestionan a la actual dirigencia nacional encabezada por Alejandro Moreno, José Murat y Rubén Moreira por el uso de su instituto “como franquicia” y su falta de compromiso con los militantes.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– En tres años ha perdido casi 5 millones de afiliados y en las dos últimas elecciones 10 gubernaturas. El PRI atraviesa no sólo una crisis electoral, también de liderazgo, identidad, militancia y de legalidad por la última asamblea nacional, lo que pone en riesgo su supervivencia, advierten José Encarnación Alfaro Cázares, miembro del Frente Nacional por la Refundación del PRI, y la expresidenta del partido Dulce María Sauri Riancho.
Los dos priistas tratan de no ser catastróficos en su evaluación, pero no pueden evitar los hechos.
De acuerdo con una revisión de los padrones de militantes de los partidos políticos publicados por el Instituto Nacional Electoral (INE), en los comicios federales de 2018 y 2021, 4.9 millones de militantes abandonaron las filas del PRI, lo que equivale a una salida de 78% de sus afiliados.
En cuanto a gobiernos de los estados, en la elección de 2018 perdió Jalisco y Yucatán; y en 2021 se le fueron Colima, Campeche, Baja California Sur, Zacatecas, Tlaxcala, Sonora, Sinaloa y San Luis Potosí.
Ahora sólo le quedan Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Coahuila. Sin embargo, de acuerdo con las mediciones de varias empresas encuestadora, existe un alto riesgo de que en los comicios de 2022 pierdan Oaxaca e Hidalgo y para 2023 sólo Coahuila y el Estado de México serían bastiones del priismo.
A partir de esos datos oficiales, al PRI le quedan sólo 1.2 millones de afiliados para las elecciones de los próximos dos años, en las que se juega su permanencia, sostiene en entrevista la exdiputada y expresidenta nacional del PRI Dulce María Sauri Riancho.
Considera que si en 2022 pierde en Hidalgo y Oaxaca, estados que siempre ha gobernado, en 2023 la elección del Estado de México será vital para el PRI, ya que en caso de ser también derrotado llegará a la elección presidencial de 2024 luchando por mantener su registro como partido político nacional.
A conclusiones similares llega José Encarnación Alfaro, exsecretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, quien encabeza ahora el Movimiento Líder. Esa agrupación junto con Plataforma PRI –formada por Fernando Lerdo de Tejada y Alianza Generacional, representada por José Ramón Martell– integraron a partir del 1 de diciembre el Frente Nacional por la Refundación del PRI, el cual se opone a la actual dirigencia del partido en manos de los diputados Alejandro Moreno y Rubén Moreira.
El exdiputado federal sonorense observa que su partido continúa en declive en las recientes elecciones, descenso que puede acelerarse en las próximas dos contiendas por gubernaturas.
Fuente Proceso